domingo, 16 de abril de 2017

DIFERENCIAS ENTRE "ADOLESCENCIA" Y "EL TRASTORNO BIPOLAR"


Los cambios emocionales en este periodo son muy comunes, en los que pueden alterar la convivencia familiar

Con la entrada en la adolescencia el niño que teníamos en casa va ha dejar de serlo, sin más remedio y por mucho que nos empeñemos en mantenerlo como era antes.Durante un periodo de aproximadamente cuatro años se producen cambios a nivel físico y mental que transformarán al niño en un joven totalmente preparado para la vida adulta.

Diversos estudios indican que la prevalencia de enfermedad bipolar en adolescentes es similar a la de adultos, y oscila entre el 1 y el 7% si se consideran las formas más “suaves” del espectro. Además, los expertos señalan un aumento paulatino de la prevalencia en adolescentes debido al fenómeno de “anticipación genética”, que describe un adelantamiento del primer episodio afectivo, debido a  factores genéticos (Carlson et al., 1988; Kessler et al., 1994; Revisado en Geller et al., 1997). 

Pero no hay que alarmarse, ya que a pesar de estos resultados, la mayoría de estudios confirman que si bien es cierto que algunos adolescentes encuentran obstáculos, la mayoría los superan llegando a ser adultos que encuentran su lugar en la vida, se relacionan satisfactoriamente y llegan a ser buenos ciudadanos.

CAMBIOS "NORMALES" EN LA ADOLESCENCIA

En estos momentos el joven siente muchas inseguridades y presiones que de niño no sentía 

Durante este periodo suele ocurrir que los jóvenes estan demasiado centrados en sí mismos
: creen que son la única persona en el mundo que se siente como él, o que solo a él le ocurren las cosas, o que es tan especial que nadie puede comprenderlo (y menos su familia).

 El hecho de centrarse en sí mismo constantemente, puede darle  lugar a numerosos momentos de soledad y aislamiento, o a la forma de relacionarse con familiares y amigos (“no soporto que me vean salir con mis padres”).

Dentro de los bruscos cambios físicos que experimentan, tambien encontramos que las emociones son exageradas y variables así como cierta inconsistencia en su comportamiento son habituales: Pasan de la tristeza a la alegría o de sentirse los más inteligentes a los más estúpidos con rapidez. 
Piden ser cuidados como niños y a los cinco minutos exigen que se les deje solos “que ya no son niños”. 

Otro aspecto cambiante es la forma de expresar los sentimientos. Los besos y abrazos de la niñez pasan a leves gestos de cabeza. Las expresiones de afecto hacia la familia les pueden parecer ridículas (“cosas de niños”). 

Como padres debemos de recordar que son cambios en la forma de expresarse, no cambios en los sentimientos hacia sus amigos, familiares o seres queridos. Conviene, no obstante, estar pendiente de cambios emocionales excesivos o periodos de tristeza de larga duración pues pueden indicar problemas serios.

 Durante las primeras fases de la adolescencia el avance en las formas de pensar, razonar y aprender es especialmente significativo. A diferencia de los niños son capaces de pensar sobre ideas y asuntos sin necesidad de ver ni tocar, empiezan a razonar los problemas y anticipar las consecuencias, considerar varios puntos de vista, y reflexionar sobre lo que pudiera ser en lugar de lo que es.

 Una de las consecuencias más relevante de estos cambios mentales es la formación de la identidad: pensar en quienes son y quienes quieren llegar a ser es un asunto que les ocupa tiempo y hace que exploren distintas identidades cambiando de una forma de ser a otra con cierta frecuencia. 

Esta exploración es necesaria para un buen ajuste psicológico al llegar a la edad adulta. La capacidad de pensar como adultos acompañada de la falta de experiencia provoca que el comportamiento de los adolescentes no siempre encaje con sus ideas: pueden (por ejemplo) ser grandes defensores de la naturaleza pero tirar basura en cualquier sitio.

EL "TRASTORNO BIPOLAR" EN LA ADOLESCENCIA

Los cambios de humor son muy marcados y exagerados tanto en intensidad como en el tiempo

El rasgo más reconocible del bipolar son los cambios de humor. La "persona" oscila entre la euforia maníaca y la depresión, sufriendo estos cambios de ánimo a veces incluso diariamente. Lo que por la mañana era alegría y excitación por la tarde se convierte en tristeza y frustración.

Cuando los niños presentan la enfermedad, se llama trastorno bipolar de aparición temprana. Este tipo de trastorno bipolar puede ser más grave que el que comienza en las últimas etapas de la adolescencia o en la adultez. Además, los jóvenes que sufren del trastorno bipolar pueden tener síntomas y cambios de estado de ánimo con mayor frecuencia que los adultos que tienen la enfermedad.

En la actualidad, los niños y adolescentes tienen que cumplir los criterios DSM-IV o CIE-10 para recibir el diagnóstico de enfermedad bipolar. Algunos autores cuestionan la validez de estos criterios para niños preescolares y escolares, ya que se diseñaron basados en los datos de adultos. Se necesitan más estudios para validar los criterios diagnósticos vigentes en niños prepuberales.

SINTOMAS DE ALERTA EN EL TRASTORNO BIPOLAR 

Los cambios de estado de ánimo bipolares se llaman “episodios anímicos”. El joven puede tener episodios maníacos, depresivos, o “mixtos”. 
Un episodio mixto incluye síntomas maníacos y depresivos. Los niños y adolescentes que sufren del trastorno bipolar pueden experimentar más episodios mixtos que los adultos que tienen la enfermedad.
Los episodios anímicos duran una semana o dos (a veces más tiempo). Durante un episodio, los síntomas se presentan todos los días durante la mayor parte del día.
Los episodios anímicos son intensos. Las emociones son fuertes y ocurren junto con cambios extremos en el comportamiento y los niveles de energía.
Los niños y adolescentes que sufren un episodio maníaco pueden:
  • Sentirse muy felices o hacer tonterías de una manera inusual
  • Ponerse repentinamente de muy mal genio
  • Hablar muy rápido sobre muchas cosas distintas
  • Tener problemas para dormir pero no sentirse cansados
  • Tener problemas para mantenerse concentrados
  • Hablar y pensar más a menudo en el sexo
  • Hacer cosas peligrosas
Los niños y adolescentes que sufren un episodio depresivo pueden:
  • Sentirse muy tristes
  • Quejarse mucho de dolores, como dolores de estómago y cabeza
  • Dormir muy poco o demasiado
  • Sentirse culpables e inútiles
  • Comer muy poco o demasiado
  • Tener muy poca energía y falta de interés en las actividades divertidas
  • Pensar en la muerte o el suicidio

  • BIBLIOGRAFÍA

Departamento de Educación de los Estados Unidos Oficina de Asuntos Intergubernamentales e Interagencia Cómo ayudar a su hijo durante los primeros años de la adolescencia Washington, D.C., 20202.
(AACAP) American Academy of Child & Adolescent Psychiatry Official Action. Practice parameters for the assesment and treatment of children and adolescents with bipolar disorder. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 2007; 46 (1): 107-125.
Geller B, Luby J. Child and adolescent bipolar disorder: a review of the past 10 years. J Am Acad Child Adolesc Psychiatry 1997; 36: 68-76.
Verhulst FC, van der Ende J, Ferdinand RF, Kasius MC. The prevalence of DSM-II-R disgnoses in a national sample of Dutch adolescents. Arch Gen Psychiatry 1997; 54 (4): 329- 336. 
Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.Institutos Nacionales de la Salud Publicación de NIH Núm. STR 09-6380.Traducido en octubre del 2009




Nota: Toda información incluida en este artículo tiene propósitos psico-educacionales solamente. Si necesitas más información o tienes cualquier duda, puedes ponerte en contacto conmigo mediante el correo del blog.


AUTORA

María José Espinosa 
Psicóloga. COL-MU3653. Especialista Psicología de la Salud y Ciencias del comportamiento.



Dirección y teléfono de consulta 

 Av.Juan de Borbón 57, 5ºB
 30007 (Murcia)
 tlf. 626479585 










No hay comentarios: