viernes, 9 de junio de 2017

5 DIFERENCIAS ENTRE PESADILLAS Y TERRORES NOCTURNOS

Entre pesadillas y terrores nocturnos suelen haber numerosas confusiones pero que si sabemos los detalles que las diferencian podemos distinguirlas con facilidad

Durante una noche normal, el sueño pasa por una serie de fases. Cada una de ellas se asocia a una actividad cerebral concreta. Encontramos, la fase llamada de movimientos oculares rápidos “REM” (en inglés) que es cuando tienen lugar la mayoría de sueños y la fase “No REM” en la que aparecen los terrores nocturnos.
 Podemos ver que a diferencia de las pesadillas (que ocurren durante el sueño No REM), un terror nocturno no es un sueño desde el punto de vista técnico, sino que se podría considerar como una repentina reacción de miedo que tiene lugar durante la transición de una fase de sueño a otra.
Los terrores nocturnos suelen ocurrir de dos a tres horas después de que el niño concilie el sueño, cuando tiene lugar la transición desde la fase de sueño más profunda no REM a la más superficial de sueño REM, la etapa en que se producen los sueños. Es muy habitual que este paso entre las fases suceda con suavidad. Pero en ocasiones el niño se agita y se asusta (y en esa reacción de miedo es cuando aparece el terror nocturno)
Durante un terror nocturno, el niño puede incorporarse y sentarse en la cama súbitamente y ponerse a gritar como si estuviera sumamente aterrado. Sus latidos cardiacos y la respiración se aceleran de manera muy rápida, puede empezar a sudar, a agitarse y a comportarse como si estuviera fuera de sí. Al cabo de un ratito, el niño se suele ir calmando y se vuelve a dormir tranquilamente sin recordar nada a la mañana siguiente al contrario de si hubiera tenido una pesadilla.

5 diferencias entre terrores nocturnos y pesadillas
Los terrores nocturnos aparecen en las primeras horas de la noche y de forma súbita el niño comienza a gritar y agitarse de manera desproporcionada

1. Los terrores nocturnos son mucho más espectaculares y más angustiosos que las pesadillas
. Los gritos y la agitación del niño que vive una noche de terror nocturno causa mucha más miedo y angustia a los padres que una simple pesadilla (debemos de tener en cuenta que aunque sean muy  espectaculares los terrores nocturnos no son un síntoma de un trastorno o problema médico)

2. El niño puede presentar algún episodio de terror nocturno o por el contrario seguir teniendo varios hasta ir desapareciendo. Las pesadillas, al contrario suelen ser más habituales en cualquier edad, incluso de adultos.

3. Un detalle muy característico de los terrores nocturnos es la hora de aparición, a primeras horas de la  noche, normalmente a las dos o tres horas de acostar al niño( es el momento de transición entre la fase REM a la no REM)

 4. El niño que sufre terrores nocturnos grita , está desorientado y se mueve nerviosamente sentado en la cama con cara de terror.  Es facil que en esos momentos no reconozca a las personas que le rodean. Presenta el corazón con taquicardia, está empapado en sudor y las pupilas dilatadas. 

5. En el caso de los terrores nocturnos será muy difícil de despertar o calmar a diferencia de una simple pesadilla. Al despertarlo estará confundido y no podrá explicara que es lo que estaba sucediendo. Estará totalmente desorientado. No recuerda nada de lo soñado porque los terrores nocturnos no son exactamente un sueño sino una experiencia de miedo intenso que se produce en la transición de una fase de sueño a otra.
Una vez superada la crisis el niño se vuelve a dormir tranquilamente, sin miedo y sin recordar nada de lo sucedido. 


Conclusión

No existe tratamiento para los terrores nocturnos . Sólo podemos intentar tranquilizar al niño, además de no sobrecargarlo de actividades intensas o mucho estrés durante las últimas horas de la tarde. Es una fase del desarrollo infantil que unos niños presentarán con más asiduidad que otros. Pero debemos de intentar tranquilizarnos como padres y cuidadores del niño ya que estos episodios remitirán paulatinamente a partir de los 9-10 años.

 En el caso de que los terrores nocturnos se dieran con mucha frecuencia y tememos de que el niño se pudiera lastimar en el transcurso de uno de ellos, será aconsejable acudir a un especialista que nos asesore individualmente.



Nota: Toda información incluida en este artículo tiene propósitos psico-educacionales solamente. Si necesitas más información o tienes cualquier duda, puedes ponerte en contacto conmigo mediante el correo del blog.



BIBLIOGRAFÍA

El sueño de tu hijo. Flucheire, P. Barcelona: Paidós.


AUTORA

María José Espinosa 
Psicóloga. COL-MU3653. Especialista Psicología de la Salud y Ciencias del comportamiento.



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