miércoles, 14 de junio de 2017

¿CÓMO PODEMOS ORGANIZAR LAS VACACIONES INFANTILES?


Son muchas las semanas de vacaciones y con un poco organización podremos disfrutar aún más toda la familia

Las vacaciones son igual de necesarias tanto para los pequeños como para los mayores, ya que descansar del trabajo y los estudios de todo el año son fundamentales para reponer nuestra fuerza y equilibrio interior. Es un tiempo distinto en el cambio de rutinas y horarios, debiendo ser menos exigentes en las obligaciones para que puedan descansar.

Unas vacaciones en casa pueden ser vistas de una forma positiva. Tener a los niños en casa nos multiplica el trabajo, pero también es divertido tener todo el tiempo para estar con ellos, conocerlos más, aprender con ellos. Algo que seguro recordarán con mucho cariño nuestros más pequeños.

Es un periodo en la que los niños con más edad y adolescentes construyen libremente su identidad, el cual les permite libertad de realizar actividades distintas a las del colegio, leer libros de distintas tematicas de su interes,…

¿Es conveniente poner reglas y horarios en vacaciones?
Con tantas horas libres al día, pueden realizar los repasos escolares por la mañana y el resto del día jugar a lo que les guste más 
Está claro que son casi tres meses desde que se terminan las clases y vuelvan a comenzar de nuevo. Por ello, resulta demasiado tiempo para gestionar por sí mismos y será conveniente orientarlos para que aprovechar todas estas semanas sin tener que renunciar al descanso y diversión tan merecidas.

Debemos charlar con ellos y plantearles el tema, contando con sus gustos , necesidades, opiniones y preferencias, aunque la decisión final sea nuestra.

Como orientación, conviene que los niños hagan deberes un ratito al día, según la edad. Durante los primeros años de Educación Primaria con unos 30 minutos de repaso en tareas escolares sería suficiente y en los últimos hasta 1 hora. 

Estos deberes no deberían parecerse al trabajo escolar para mantener la sensación de vacaciones. Un pequeño premio al finalizarlos sería perfecto para animarlos ha realizarlos.

Si decides fijar un tiempo para cada actividad, asegúrate de que sea razonable para que los niños lo puedan cumplir y “siempre” felicita sus logros. Así conseguirás el en el cumplimiento de las actividades menos apetecibles ( deberes y tareas domesticas) en el tiempo y forma previamente establecidos.


¿Qué actividades puedo compartir con los niños que sean divertidas?


Es un momento ideal para realizar excursiones por el campo para que se vayan familiarizando con la naturaleza

1. Dividir las tareas para la semana: por la mañana las actividades escolares (si el niño lo tiene), y por la tarde, actividades lúdicas y divertidas ( manualidades, piscina, jugar parque,…).

2. Diseñar una agenda para vacaciones. Unas semanas antes de que den comienzo estas, decidimos los días para ir a la piscina, para ir al cine, para pintar, hacer manualidades, hacer jardinería, para cocinar o ir a visitar a algún amigo o familiar.

3. La cocina es sencilla y divertida con nuestra supervisión. Decidimos el menú de la semana, y nos ayudaran a comprar los ingredienes y a realizar sencillas tareas de cocina.Esto les resultará muy divertido y motivante a la mayoría.

 4. Al estar toda la familia de vacaciones, debemos hacerlos partícipes de que somos un equipo y que su ayuda es importante. Así que las tareas del hogar deben ser compartidas entre todos. Definir las tareas para cada uno de los miembros de la familia.

5. Reservar los fines de semana para un paseo fuera de casa, para un picnic en el campo, un paseo en bicicleta, ver o jugar a un partido de fútbol, un encuentro con amigos, etc.


6. Excursiones y tiempo de diversión. Durante las excursiones se pueden recoger flores y plantas, piedras, hacer fotos a los insectos… Al día siguiente se pueden guardar y clasificar en un albun o cajita para minerales. También, pueden escribir una pequeña redacción de la excursión, en su idioma o en ingles dependiendo de la edad, etc


Lo mejor de las vacaciones es que podemos disfrutar todo el día con nuestra familia. Muchas felicidades!!



Nota: Toda información incluida en este artículo tiene propósitos psico-educacionales solamente. Si necesitas más información o tienes cualquier duda, puedes ponerte en contacto conmigo mediante el correo del blog.




Autora

María José Espinosa 
Psicóloga. COL-MU3653. Especialista Psicología de la Salud y Ciencias del comportamiento.

Dirección y teléfono de consulta 

 Av.Juan de Borbón 57, 5ºB
 30007 (Murcia)
 tlf. 626479585










viernes, 9 de junio de 2017

5 DIFERENCIAS ENTRE PESADILLAS Y TERRORES NOCTURNOS

Entre pesadillas y terrores nocturnos suelen haber numerosas confusiones pero que si sabemos los detalles que las diferencian podemos distinguirlas con facilidad

Durante una noche normal, el sueño pasa por una serie de fases. Cada una de ellas se asocia a una actividad cerebral concreta. Encontramos, la fase llamada de movimientos oculares rápidos “REM” (en inglés) que es cuando tienen lugar la mayoría de sueños y la fase “No REM” en la que aparecen los terrores nocturnos.
 Podemos ver que a diferencia de las pesadillas (que ocurren durante el sueño No REM), un terror nocturno no es un sueño desde el punto de vista técnico, sino que se podría considerar como una repentina reacción de miedo que tiene lugar durante la transición de una fase de sueño a otra.
Los terrores nocturnos suelen ocurrir de dos a tres horas después de que el niño concilie el sueño, cuando tiene lugar la transición desde la fase de sueño más profunda no REM a la más superficial de sueño REM, la etapa en que se producen los sueños. Es muy habitual que este paso entre las fases suceda con suavidad. Pero en ocasiones el niño se agita y se asusta (y en esa reacción de miedo es cuando aparece el terror nocturno)
Durante un terror nocturno, el niño puede incorporarse y sentarse en la cama súbitamente y ponerse a gritar como si estuviera sumamente aterrado. Sus latidos cardiacos y la respiración se aceleran de manera muy rápida, puede empezar a sudar, a agitarse y a comportarse como si estuviera fuera de sí. Al cabo de un ratito, el niño se suele ir calmando y se vuelve a dormir tranquilamente sin recordar nada a la mañana siguiente al contrario de si hubiera tenido una pesadilla.

5 diferencias entre terrores nocturnos y pesadillas
Los terrores nocturnos aparecen en las primeras horas de la noche y de forma súbita el niño comienza a gritar y agitarse de manera desproporcionada

1. Los terrores nocturnos son mucho más espectaculares y más angustiosos que las pesadillas
. Los gritos y la agitación del niño que vive una noche de terror nocturno causa mucha más miedo y angustia a los padres que una simple pesadilla (debemos de tener en cuenta que aunque sean muy  espectaculares los terrores nocturnos no son un síntoma de un trastorno o problema médico)

2. El niño puede presentar algún episodio de terror nocturno o por el contrario seguir teniendo varios hasta ir desapareciendo. Las pesadillas, al contrario suelen ser más habituales en cualquier edad, incluso de adultos.

3. Un detalle muy característico de los terrores nocturnos es la hora de aparición, a primeras horas de la  noche, normalmente a las dos o tres horas de acostar al niño( es el momento de transición entre la fase REM a la no REM)

 4. El niño que sufre terrores nocturnos grita , está desorientado y se mueve nerviosamente sentado en la cama con cara de terror.  Es facil que en esos momentos no reconozca a las personas que le rodean. Presenta el corazón con taquicardia, está empapado en sudor y las pupilas dilatadas. 

5. En el caso de los terrores nocturnos será muy difícil de despertar o calmar a diferencia de una simple pesadilla. Al despertarlo estará confundido y no podrá explicara que es lo que estaba sucediendo. Estará totalmente desorientado. No recuerda nada de lo soñado porque los terrores nocturnos no son exactamente un sueño sino una experiencia de miedo intenso que se produce en la transición de una fase de sueño a otra.
Una vez superada la crisis el niño se vuelve a dormir tranquilamente, sin miedo y sin recordar nada de lo sucedido. 


Conclusión

No existe tratamiento para los terrores nocturnos . Sólo podemos intentar tranquilizar al niño, además de no sobrecargarlo de actividades intensas o mucho estrés durante las últimas horas de la tarde. Es una fase del desarrollo infantil que unos niños presentarán con más asiduidad que otros. Pero debemos de intentar tranquilizarnos como padres y cuidadores del niño ya que estos episodios remitirán paulatinamente a partir de los 9-10 años.

 En el caso de que los terrores nocturnos se dieran con mucha frecuencia y tememos de que el niño se pudiera lastimar en el transcurso de uno de ellos, será aconsejable acudir a un especialista que nos asesore individualmente.



Nota: Toda información incluida en este artículo tiene propósitos psico-educacionales solamente. Si necesitas más información o tienes cualquier duda, puedes ponerte en contacto conmigo mediante el correo del blog.



BIBLIOGRAFÍA

El sueño de tu hijo. Flucheire, P. Barcelona: Paidós.


AUTORA

María José Espinosa 
Psicóloga. COL-MU3653. Especialista Psicología de la Salud y Ciencias del comportamiento.



Dirección y teléfono de consulta 

 Av.Juan de Borbón 57, 5ºB
 30007 (Murcia)
 tlf. 626479585







jueves, 1 de junio de 2017

COMO DIFERENCIAR ENTRE ANOREXIA Y BULIMIA EN ADOLESCENTES


Los trastornos alimenticios están aumentando alarmantemente en edades cada vez más tempranas


La edad de inicio de estos trastornos, se encuentra sobre los 17 años
pero existen algunos datos que proponen edades entre 14 y 18 años. Las más afectadas suelen ser las mujeres entre 15 y 24 años, pero se han detectado casos de trastorno alimentario en niños de apenas siete años. Por género, se ha visto un aumento de la incidencia de los trastornos alimentarios en las mujeres adolescentes de los países de occidente (Taylor, 2007).

Son jóvenes que presentan un gran autocontrol, un pensamiento rígido y perfeccionista, que no se permiten fallar .Autoexigentes, y con un alto rendimiento escolar, están pendientes de las pautas de su entorno, y les cuesta relacionarse con el sexo opuesto. Es una paradoja para sus padres, ya que suelen comentar que se trataba de  una hija perfecta, la alumna perfecta, hasta que se enfermó y todo cambió’ ”. Es común que estos trastornos alimentarios se combinen con algún grado de depresión.


DIFERENCIAS ENTRE ANOREXIA Y BULIMIA

Como ya indicamos anteriormente, frente a una tendencia muy marcada al perfeccionismo y autoexigencia que se muestra en la anorexia, encontramos   precisamente que en la bulimia hay una mayor impulsividad y descontrol para poder mantener las restricciones de comida impuestas, saltándolas con grandes atracones y conductas purgativas.

Son dos trastornos muy similares pero con varias características que los hacen diferenciarse tanto en conductas como en actitudes del joven

1) ANOREXIA

1.1 Conductas patologicas “anorexia”

-Conducta alimentaria restrictiva (poca cantidad de comida) o dietas severas. 

-Rituales con la comida como: contar calorías, descuartizar la comida en trozos pequeños, preparar comida para otros... 

-Miedo intenso a engordar, luchando por mantener el peso por debajo de lo 
normal. 

-Temor a verse obligado a comer en sociedad (fiestas, reuniones familiares,...). 

-Hiperactividad (exceso de gimnasia u otros deportes).

 -Esconden el cuerpo debajo de ropa holgada. Negarse a usar bañador y que vean su cuerpo. 

-En ocasiones, atracones y uso de laxantes o diuréticos.

 -Abuso de edulcorantes


1.2 Signos fisiológicos “anorexia”

-Pérdida progresiva de peso (con frecuencia sucede en un período breve). 

-Falta de menstruación o retraso en su aparición sin causa fisiológica 
conocida.

 -Palidez, caída del cabello, sensación de frío y dedos azulados

-Debilidad y mareo

1.3 Cambio de actitud ”anorexia”

-Cambio de carácter (irritabilidad, ira). 

-Sentimientos depresivos. 

-Inseguridad en cuanto a sus capacidades. 

-Sentimientos de culpa y autodesprecio por haber comido o por hacer ayuno. 

-Aislamiento social. 



2) BULIMIA


2.1Conductas patológicas “bulimia”

-Preocupación constante por la comida (habla de peso, calorías, dietas...). 

-Atracones, come de forma compulsiva, esconde comida. Miedo a 
engordar. 

-Evita el hecho de ir a restaurantes o fiestas y reuniones donde se vea socialmente obligada a comer. 

-Acude al lavabo después de comer. 

-Vómitos autoprovocados, abusan de laxantes o diuréticos. 

-Usa fármacos para adelgazar. 

-Realiza regímenes rigurosos y rígidos.

- Tiene una conducta adictiva con edulcorantes. 


2.2 Signos fisiológicos “bulimia”

-Inflamación de las parótidas. 

-Pequeñas rupturas vasculares en la cara o bajo los ojos. 

-Irritación crónica de la garganta. 

-Fatiga y dolores musculares. 

-Inexplicable pérdida de piezas dentales. 

-Oscilaciones de peso (5 ó 10 Kg, arriba o abajo).  

2.3 Cambio de actitud “bulimia”

-Modificación del carácter (depresión, sentimientos de culpa u odio a sí mismo, tristeza, sensación de descontrol...)

- Severa autocrítica. 

-Necesidad de recibir la aprobación de los demás respecto a su 
persona. 

-Cambios en la autoestima con relación al peso corporal. 


Relación entre la autoestima y la imagen corporal con los trastornos alimenticios
La imagen corporal y la autoestima están distorsionados en estos chicos. La comida es como una manzana envenenada para ellos.

Al evaluar la relación entre los trastornos alimentarios, la imagen corporal y la autoestima de los adolescentes, se comprobó que las chicas tienen mayor tendencia hacia este tipo de trastornos que los chicos, no obstante éstos también presentan el riesgo. Tanto unos como otros, se encuentran en una etapa de crecimiento y desarrollo en el que están constantemente evaluándose, presentan baja autoestima y se encuentran insatisfechos con su imagen corporal, lo que los puede llevar a realizar conductas para bajar de peso.

Según los estudios realizados por Toro (1996) y Rosen y Ramírez (1998) destacan que la baja autoestima es uno de los principales síntomas presentes en las personas diagnosticadas con trastornos de la alimentación, expresándose con inseguridad, falta de aprobación y de respeto hacia sí mismas. Además, también se ha sugerido que la alteración de la percepción de la imagen corporal es un síntoma precoz de la presencia de trastornos alimentarios como anorexia y bulimia (Sánchez, 2001). Gracias a estos estudios, se pueden considerar como posibles claves  para  detectar precozmente este tipo de trastornos de nuestros jóvenes.



Nota: Toda información incluida en este artículo tiene propósitos psico-educacionales solamente. Si necesitas más información o tienes cualquier duda, puedes ponerte en contacto conmigo mediante el correo del blog.



BIBLIOGRAFÍA
 Rome ES, Ammerman S, Rosen D, Kéller RJ, Lock J, Mammel KA, et al. Children and adolescents with eating disorders: The state of the art. Pediatrics 2003; 111:98-108.      

Taylor, S. E. (2007). Conductas que mejoran la salud. En: Taylor, S. E (Ed). Psicología de la Salud. Traducción: Hano, R. M. C. & Sánchez, P. G. Pp. 16-39. Sexta edición. McGraw-Hill, México. 
Rosen, J. C. & Ramírez, E. (1998). A comparison of eating disorders and body dysmorphic disorder o body image and psychological adjustment. Journal of Psychosomatic Res., 44(3-4), 441-449 

Toro, J. (1996). El cuerpo como delito. Anorexia, bulimia, cultura y sociedad. Barcelona: Editorial Ariel.


Moreno González, Miriam Angélica, & Ortiz Viveros, Godeleva Rosa. (2009). Trastorno Alimentario y su Relación con la Imagen Corporal y la Autoestima en Adolescentes. Terapia psicológica, 27(2), 181-190.


Autora

María José Espinosa 
Psicóloga. COL-MU3653. Especialista Psicología de la Salud y Ciencias del comportamiento.

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